Con ustedes... ¡PROYECTO MOMO!
Cuando comencé a interesarme en el mundo de la educación, me sentí abrumado por la cantidad de corrientes y tendencias pedagógicas que proponían algún método, filosofía o programa para llegar a lo que -desde el planteamiento de cada una- era el conocimiento.
Pero siendo un joven principiante, ¿cómo podía saber cuál era la más adecuada?
Me di cuenta que lo primero que tendría que hacer, sería cuestionarme qué era el conocimiento para mi mismo, pues sólo así podría comenzar a pensar en las formas más adecuadas para llegar a él, pues como sociedad, asumimos que hay un conocimiento y ciertos valores que deben ser transmitidos a niños y jóvenes para formar seres humanos completos, capaces de tener un papel que contribuya a mejorar la sociedad, pero de verdad ¿cuantas veces nos hemos detenido a pensar qué es el conocimiento y por lo tanto qué es la educación?
Fue por ello que me interesé en crear un proyecto que participara de la educación y de los valores que forman a la sociedad a través de la difusión del conocimiento científico y humanista que se produce en las universidades, en cultivar y enseñar las tradiciones y costumbres de los pueblos, e investigando las distintas realidades de nuestro universo con la posibilidad de fomentar un pensamiento crítico y reflexivo en torno de estas realidades.
Pero eso no fue suficiente.
Me encontré que junto con ese conocimiento construido como humanidad, había algo más…un conocimiento que no está establecido y que no podemos encontrar en las guías, manuales o libros escolares, ni en los libros de los sabios, ni en toda la web, sino que este saber se encuentra en cada uno de nosotros y sólo germina gracias a la semilla de la curiosidad y el asombro.
La importancia de este conocimiento que vive en nosotros, radica en que es el único que nos llevará -tarde o temprano- a encontrarnos con la pregunta más importante de todas: ¿quién soy yo?
Es por ello que hoy, gracias a ese viaje personal y continuo, mi propuesta educativa se funda en la importancia de experimentar los espacios abiertos y la naturaleza, recorrer el mundo junto con nuestros compañeros y seres queridos, acercándonos a aquello que nos sorprende y que nos provoca la necesidad de participar y formar parte activa del devenir del mundo. Hacer algo que nutra y contribuya a que germine la semilla de la curiosidad y el asombro, las cuales son el agua y la luz que nos permiten crecer tanto en nuestro conocimiento del mundo, como de nosotros mismos.
Esa propuesta, ese hacer algo, se llama Proyecto Momo.
www.proyectomomo.org