Vivencia y conocimiento: Los cuatro "ejefantes" de la educación
Fotografía “girl with elephant” Gregory Colbert
En algún lugar del cosmos -y de la memoria colectiva- los curiosos, aventureros y uno que otro observador incidental podrán distinguir, si miran con atención, cuatro enormes elefantes de mirada pacífica cual imponentes pilares, resguardando un tesoro, o aquello que muchos han llamado una utopía: la educación.
Al igual que en los antiguos mitos cosmogónicos de la creación, en la narrativa moderna del discurso sobre la educación aún perviven figuras que sostienen -o deberían sostener- aspectos primordiales capaces de guiar la práctica educativa, traspasando cualquier condición cultural, política o de género. Concretamente, la educación a lo largo de la vida se basa en cuatro ejes o pilares fundamentales:
Aprender a conocer: ampliar nuestra cultura, aprender a usar los aprendizajes con los que ya contamos, ser creativos con esas herramientas y ponerlas en práctica ante las situaciones que la educación y la vida ponen frente a nosotros.
Aprender a hacer: dominar lo que ya sabemos de manera que podamos usarlo no sólo en el campo profesional, sino en las situaciones de la vida cotidiana, siendo conscientes de nuestro contexto y de nuestro carácter social.
Aprender a vivir juntos: ser conscientes y estar despiertos a la diversidad social, a las distintas culturas y formas de pensamiento, y proceder para resolver conflictos desde una postura que escuche e incluya, teniendo como principal objetivo la paz. Conflicto siempre habrá, pero no es excluyente de la paz o los acuerdos.
Aprender a ser: conocernos a nosotros mismos, desarrollar autonomía y responsabilidad personal. En ello, la educación juega un papel determinante pues no podemos dejar fuera de la práctica formativa la memoria, la afectividad, el sentir, los juicios estéticos, el razonamiento, las aptitudes físicas, y la capacidad de comunicar implícita en cada uno.
Y no se trata de un invento mío: era el año de 1996, cuando estos ejes nacen según el informe que la "Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI" (creada en 1991) presentó a la UNESCO. En este informe se resumen las posturas de la comunidad internacional en materia educativa frente a las distintas problemáticas del campo y su práctica.
La comisión, presidida por el antiguo presidente de la Comisión Europea Jacques Delors, integró a 14 personalidades destacadas de múltiples países y culturas del mundo que incluían desde una especialista en la condición de la mujer, hasta historiadores, directores de televisión independiente, sociólogos, especialistas en políticas públicas y escritores, por nombrar algunos. Los países de procedencia eran también diversos: Zimbabwe, Jordania, Polonia, Japón, Venezuela, Jamaica...
Te invito a que adoptes hoy en tu vida, alguno de estos "ejefantes".
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